- una cacerola
- batidora y vaso de batidora
- un cuchillo
- una sarten pequeña
- una tabla para cortar
- un tenedor grande
Ingredientes:
- un solomillo
- 3 ajos
- 1 hoja de laurel
- aceite
- media cebolla
- 1 tetra brik pequeño de nata para cocinar
- queso roquefort
- sal
- pimienta
- nuez moscada molida
Preparación:
En primer lugar sazonamos el solomillo, por todos lados echamos la sal, pimienta y nuez moscada.
A continuación en la cacerola ponemos aceite, como medio dedo, pelamos los ajos y con la ayuda de la hoja del cuchillo los presionamos y los aplastamos, los echamos al aceite junto con la hoja de laurel. Una vez caliente el aceite (cuando vemos que salen burbujitas) introducimos el solomillo en la cacerola y ponemos a fuego fuerte para que se vaya dorando, cuidado con los ajos! cuando estén dorados los retiramos para evitar que se quemen y daremos vuelta al solomillo hasta que esté dorado por todos sitios, entonces apagaremos el fuego y lo dejaremos reposar.
Para la salsa cogemos la sartén ponemos aceite, como medio dedo, la cebolla la cortamos en trozos pequeños y ponemos la sartén a calentar cuando el aceite esté caliente echamos la cebolla y cuando esté doradita vertimos el tetrabrik de nata, bajamos el fuego e incorporamos unos 60 gr. de queso roquefort y lo dejamos derretir, añadiremos un poco de sal. Echamos esta mezcla en el vaso de la batidora y batimos de modo que quede una salsa homogénea. La probamos y podemos rectificar de sal y también de roquefort si nos gusta con más sabor a roquefort podemos añadir al gusto aunque habrá que verter la salsa de nuevo en la sartén y añadir el roquefort hasta conseguir el punto deseado.
Pinchamos el solomillo y lo ponemos en la tabla lo cortamos en filetitos y tenemos 2 opciones:
1 calentar los filetitos en la salsa y servirlos
2 servir los filetitos con la salsa aparte
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